La soya puede aliviar los sofocos de la menopausia Enfermedades y tratamientos
¿Una solución dietética para los sofocos
Una nueva investigación sugiere que la soya beneficia a las mujeres posmenopáusicas
HUMONIA / GETTY IMAGES Noticia de última hora: una que incluya una dosis saludable de soya puede ayudar a reducir los sofocos moderados a intensos que experimentan las mujeres posmenopáusicas. Eso es lo que indica un estudio reciente publicado en la revista (en inglés) de North American Menopause Society. El estudio incluyó a mujeres posmenopáusicas que experimentaban dos o más sofocos al día. A la mitad se le asignó una dieta vegana baja en grasa que incluía media taza de soya cocinada a diario. A las demás se les pidió que mantuvieran su dieta normal. Durante un período de 12 semanas, los investigadores descubrieron que los sofocos moderados a graves se redujeron en un 88% en el grupo asignado a la dieta vegana, en comparación con un 34% en el grupo de control. Los resultados fueron aproximadamente igual de eficaces que la terapia de reemplazo hormonal para , según los investigadores. Obtén acceso al momento a descuentos, programas, servicios y toda la información que necesitas para mejorar tu calidad de vida. Si se confirma su validez, este nuevo descubrimiento podría ayudar a brindar alivio a millones de mujeres que sufren de sofocos, especialmente desde que el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU. reiteró esta semana en la revista médica (en inglés) que no se recomienda usar la terapia de reemplazo hormonal para prevenir trastornos crónicos, como las enfermedades cardíacas. Si bien el grupo de trabajo no evaluó la seguridad en el uso de medicamentos para los sofocos, el informe dice que el uso combinado de estrógeno y progesterona está relacionado con el riesgo de cáncer de seno, derrame cerebral, demencia, enfermedad de la vesícula e incontinencia urinaria. La recomienda que las mujeres usen la terapia hormonal para el tratamiento de la menopausia en la dosis más baja y durante el menor tiempo necesario, por lo que los cambios dietéticos podrían ser una buena solución. “Todavía no entendemos por completo por qué funciona esta combinación, pero parece que estos tres elementos son la clave: evitar los productos animales, reducir la grasa y agregar una porción de soya”, dijo en un comunicado el Dr. Neal Barnard, investigador principal del estudio y profesor adjunto de la Facultad de Medicina de George Washington University. Teorías sobre la soya para la salud menopáusica
El papel que la dieta puede tener en los sofocos o sudores nocturnos que experimentan las mujeres posmenopáusicas no es un descubrimiento nuevo. Históricamente, los científicos han observado una baja prevalencia de estos síntomas vasomotores en Japón, y zonas rurales de México, donde tradicionalmente la dieta ha sido rica en cereales, legumbres y verduras. Además, los investigadores señalan que el cambio hacia una dieta con una mayor influencia occidental en Japón (entre la década de 1980 y principios de la década del 2000) coincidió con un aumento en los informes de sofocos, que incrementaron de alrededor del 15 a más del 40% de las mujeres menopáusicas. “Nuestros resultados reflejan las dietas de lugares en el mundo, como Japón antes de su occidentalización y la península de Yucatán en la actualidad, donde es más prevalente una que incluye el consumo de soya, y donde las mujeres posmenopáusicas experimentan menos síntomas”, dijo Barnard. En cuanto a los posibles beneficios de la soya, los resultados sugieren que estos frijoles son una fuente rica de compuestos similares al estrógeno (particularmente la daidzeína y la genisteína) que han “demostrado ser moderadamente eficaces en ensayos controlados”. Un artículo del 2000 publicado en (en inglés) observó que estudios anteriores habían encontrado “un efecto mínimo de la soya en los sofocos, donde la soya redujo los sofocos en un 45% y un placebo consiguió una reducción del 30%, en comparación con una reducción aproximadamente del 70% en los sofocos con la terapia de reemplazo de estrógeno”. Recibe contenido similar, En un artículo del 2021 publicado en (en inglés), los investigadores reportaron hallazgos iniciales basados en los resultados de la primera mitad de los participantes del estudio que fueron monitoreados durante el otoño del 2020. Surgieron preguntas sobre si los cambios estacionales en la temperatura podían haber influido ya que las temperaturas exteriores empezaban a enfriarse en el otoño. Según los investigadores, el segundo estudio se realizó en la primavera con temperaturas más cálidas y descartó el efecto estacional. “Estos nuevos resultados sugieren que un cambio en la dieta debe considerarse como un tratamiento de primera línea para los síntomas vasomotores problemáticos, incluidos los sudores nocturnos y los sofocos”, dijo Barnard. Peter Urban es un escritor y editor que se especializa en noticias sobre la salud. Urban trabajó veinte años como corresponsal en Washington, D.C., para periódicos en Connecticut, Massachusetts, Ohio, California y Arkansas, incluido un período como jefe de la oficina de Washington del Las Vegas Review-Journal. Su trabajo independiente se publicó en Scientific American, Bloomberg Government y CTNewsJunkie.com. También te puede interesar
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