Por dónde empezar si vas a cuidar a un familiar
Por dónde empezar si vas a cuidar a un familiar Prestar cuidado
"Desde que a mi madre le diagnosticaron recientemente, estoy confundida sobre qué hacer", me dijo una mujer de 50 años en una barbacoa del vecindario, mientras equilibraba un plato de papel con un perro caliente y ensalada de papas. "Diferentes personas me dan consejos sobre cómo ayudarla y cuidar de mí misma, pero esos consejos no son siempre los mismos. Siento que tengo que resolver esto por mi cuenta". Su confusión me angustió. Hay millones de personas en el país en su situación y decenas de millones más que han sido cuidadoras en el pasado. En mi opinión, ninguna persona que debería tener que descubrir todo por su cuenta. Sin embargo, cuando se revela que un padre o un cónyuge necesita cuidados, la mayoría de las personas no saben qué hacer. Mi vecina no quería que yo le diera más consejos —parecía que ya había recibido demasiados—, sino que buscaba una pista que le indicará por dónde empezar. Obtén acceso al momento a descuentos, programas, servicios y toda la información que necesitas para mejorar tu calidad de vida. Mientras consideraba mi respuesta, pasaron por mi mente suposiciones opuestas: Las familias y las personalidades son asombrosamente diversas y únicas, pensé. Ningún manual de instrucciones sirve para todas las personas. La misma ayuda no es útil para todo el mundo. Cualquier sugerencia que yo ofrezca debe adaptarse a su situación y a sus necesidades. La segunda suposición, sin embargo, es que los investigadores llevan más de 45 años estudiando los cuidados y a los cuidadores familiares. Saben bastante acerca de lo que puede funcionar para la mayoría de las personas. Aunque las investigaciones consisten en identificar generalidades sobre las poblaciones, al menos proporcionan el punto de partida que ella buscaba. Alguien tocó el hombro de mi vecina en ese momento y rápidamente se vio envuelta en otra conversación. Me quedé allí, sosteniendo mi vaso de plástico rojo, sin llegar a compartir mi pequeño discurso. Si me la encuentro en otra barbacoa, esto es lo que le diría sobre lo que las investigaciones indican que perjudica y lo que ayuda a muchos cuidadores familiares:
Lo que los nuevos cuidadores familiares realmente necesitan saber
El ejercicio regular el descanso y la conexión con los demás te ayudarán con esta difícil tarea
FRED FROESE / GETTY IMAGES"Desde que a mi madre le diagnosticaron recientemente, estoy confundida sobre qué hacer", me dijo una mujer de 50 años en una barbacoa del vecindario, mientras equilibraba un plato de papel con un perro caliente y ensalada de papas. "Diferentes personas me dan consejos sobre cómo ayudarla y cuidar de mí misma, pero esos consejos no son siempre los mismos. Siento que tengo que resolver esto por mi cuenta". Su confusión me angustió. Hay millones de personas en el país en su situación y decenas de millones más que han sido cuidadoras en el pasado. En mi opinión, ninguna persona que debería tener que descubrir todo por su cuenta. Sin embargo, cuando se revela que un padre o un cónyuge necesita cuidados, la mayoría de las personas no saben qué hacer. Mi vecina no quería que yo le diera más consejos —parecía que ya había recibido demasiados—, sino que buscaba una pista que le indicará por dónde empezar. Obtén acceso al momento a descuentos, programas, servicios y toda la información que necesitas para mejorar tu calidad de vida. Mientras consideraba mi respuesta, pasaron por mi mente suposiciones opuestas: Las familias y las personalidades son asombrosamente diversas y únicas, pensé. Ningún manual de instrucciones sirve para todas las personas. La misma ayuda no es útil para todo el mundo. Cualquier sugerencia que yo ofrezca debe adaptarse a su situación y a sus necesidades. La segunda suposición, sin embargo, es que los investigadores llevan más de 45 años estudiando los cuidados y a los cuidadores familiares. Saben bastante acerca de lo que puede funcionar para la mayoría de las personas. Aunque las investigaciones consisten en identificar generalidades sobre las poblaciones, al menos proporcionan el punto de partida que ella buscaba. Alguien tocó el hombro de mi vecina en ese momento y rápidamente se vio envuelta en otra conversación. Me quedé allí, sosteniendo mi vaso de plástico rojo, sin llegar a compartir mi pequeño discurso. Si me la encuentro en otra barbacoa, esto es lo que le diría sobre lo que las investigaciones indican que perjudica y lo que ayuda a muchos cuidadores familiares: