Es urgente combatir el fraude a los consumidores
Es urgente combatir el fraude a los consumidores Estafas y fraudes
La actividad fraudulenta en Estados Unidos está en su punto más alto, y la necesidad de adoptar una respuesta sensata y generalizada nunca ha sido más urgente.
Gran parte del problema se oculta bajo la superficie, ya que los fraudes no se denuncian y los consumidores no tienen la protección adecuada. Sin embargo, un cálculo indica que el y los delitos afines se dispararon a (en inglés), más del triple que el año anterior. Si bien los cálculos de los costos varían notablemente, la nos ha dado razones para considerar que las pérdidas reportadas son solo la punta del iceberg. La COVID-19 sigue suscitando temores y ansiedades que los estafadores aprovechan. Entre los factores: Los titulares de noticias sobre las pruebas, los tratamientos y los beneficios del Gobierno relacionados con la COVID han impulsado una oleada de esfuerzos para engañar a los consumidores, como promesas falsas de adelantar a las personas al primer lugar de la fila —por un costo—. El aumento del estrés y el aislamiento social han hecho que las personas sean más vulnerables a los estafadores. Cuando la ansiedad aumenta, la capacidad de pensar de forma racional disminuye. Los delincuentes prosperan en ese ambiente. La mayor aceptación de las computadoras para trabajar a distancia, hacer compras al por menor y mantener conexiones sociales ha creado una nueva población de posibles víctimas de fraudes en línea. Estas estafas (en inglés) en la primera parte del 2021, según la agencia de crédito TransUnion. Esos factores son solo puntos destacados de un panorama más grande y sombrío. Una (en inglés) halló que 9 de cada 10 personas (229 millones) en el país fueron objeto de intento de fraude en el último año, y que 1 de cada 6 (33 millones) perdió dinero a causa del engaño. Una (en inglés) encontró que casi 60 millones de personas en Estados Unidos perdieron dinero debido a estafas telefónicas el año pasado. AARP
Un iceberg de delitos invisibles es urgente combatir el fraude a los consumidores
El aumento de las estafas exige una labor coordinada entre las fuerzas del orden las entidades reguladoras y los legisladores
JGI/TOM GRILL/GETTY IMAGESLa actividad fraudulenta en Estados Unidos está en su punto más alto, y la necesidad de adoptar una respuesta sensata y generalizada nunca ha sido más urgente.
Gran parte del problema se oculta bajo la superficie, ya que los fraudes no se denuncian y los consumidores no tienen la protección adecuada. Sin embargo, un cálculo indica que el y los delitos afines se dispararon a (en inglés), más del triple que el año anterior. Si bien los cálculos de los costos varían notablemente, la nos ha dado razones para considerar que las pérdidas reportadas son solo la punta del iceberg. La COVID-19 sigue suscitando temores y ansiedades que los estafadores aprovechan. Entre los factores: Los titulares de noticias sobre las pruebas, los tratamientos y los beneficios del Gobierno relacionados con la COVID han impulsado una oleada de esfuerzos para engañar a los consumidores, como promesas falsas de adelantar a las personas al primer lugar de la fila —por un costo—. El aumento del estrés y el aislamiento social han hecho que las personas sean más vulnerables a los estafadores. Cuando la ansiedad aumenta, la capacidad de pensar de forma racional disminuye. Los delincuentes prosperan en ese ambiente. La mayor aceptación de las computadoras para trabajar a distancia, hacer compras al por menor y mantener conexiones sociales ha creado una nueva población de posibles víctimas de fraudes en línea. Estas estafas (en inglés) en la primera parte del 2021, según la agencia de crédito TransUnion. Esos factores son solo puntos destacados de un panorama más grande y sombrío. Una (en inglés) halló que 9 de cada 10 personas (229 millones) en el país fueron objeto de intento de fraude en el último año, y que 1 de cada 6 (33 millones) perdió dinero a causa del engaño. Una (en inglés) encontró que casi 60 millones de personas en Estados Unidos perdieron dinero debido a estafas telefónicas el año pasado. AARP