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Un día típico
Un cirujano, cuatro equipos, cuatro vidas marcadasEscrito por el personal de Mayo Clinic Para los pacientes del Dr. Dearani, la cirugía se convierte en una orquesta de expertos. Los pies de Joseph A. Dearani, M.D., aminoran su marcha cuando se encuentra con su equipo para recibir informes antes de la cirugía cardíaca de las 8 a. m., pero los gestos de sus manos y sus palabras son sucintos y precisos. El quirófano, preparado por un equipo de personal quirúrgico y enfermeros, está repleto de bolsas IV en ganchos, luces circulares del tamaño de un neumático de camión y bandejas de instrumentos quirúrgicos: retractores que parecen tenedores largos con dientes curvados, fórceps con la forma de pinzas gigantes y algo que se parece a un batidor. El Dr. Dearani mira a todos los presentes (enfermeros, anestesiólogos, asistente de anestesia, cardiólogo, residente, perfusionistas e instrumentistas) y pregunta "¿Están todos de acuerdo en que comencemos?". "Sí", contestan. "Hoja diez", pide el Dr. Dearani. Y con el bisturí que el instrumentista le pasa al cirujano, comienza la operación. Melodías de jazz tranquilo llenan la sala y se combinan con los graciosos movimientos rítmicos del cirujano. Pequeñas nubes de humo de la cauterización ascienden formando espirales cerca de su cara, que está casi escondida debajo de una mascarilla y las gafas quirúrgicas, que parecen pequeños binoculares montados sobre anteojos con una lámpara de minero en la parte de arriba. Cuatro asistentes médicos vestidos con ambo azul de cirugía están de pie alrededor de él, algunos con equipos parecidos en sus cabezas, algunos con gafas comunes, otros con protectores de plástico transparente en sus rostros. Durante las siguientes tres horas, la suave música acompaña al equipo mientras los especialistas se pasan virtuosamente los instrumentos quirúrgicos unos a otros y se anticipan a los siguientes pasos de la cirugía. El paciente, un escultor, acudió a Mayo con dificultad para respirar y latidos cardíacos irregulares. Un trastorno congénito que agrandó su corazón y engrosó sus paredes le acortaba la vida al artista sexagenario. Esta operación, denominada miectomía septal, reducirá el grosor del músculo cardíaco y le devolverá su energía, y su vida.Detención del corazón
Aproximadamente durante media hora, el equipo detiene el corazón: una de las proezas más dramáticas en la cirugía. Mayo Clinic fue pionera en la realización de cirugías cardíacas mediante el uso de una máquina de circulación extracorpórea (bypass de corazón-pulmón). Sus cirujanos fueron algunos de los primeros en el país en realizar procedimientos "a corazón abierto", y sus investigadores e ingenieros construyeron la primera máquina comercial de circulación extracorpórea, que tenía el tamaño de un congelador horizontal. En el quirófano del Dr. Dearani, dos perfusionistas monitorean una moderna máquina de circulación extracorpórea, que redirige la sangre y la oxigena mientras el corazón está detenido. La máquina compacta bombea la sangre del artista a través de una vía de tubos parecidos a los espaguetis y depósitos que parecen formar parte de un filtro de agua doméstico. Los especialistas en perfusión constantemente le dictan números en voz alta al cirujano. El corazón, que alguna vez fue potente y rosado, antes posicionado cerca de la pared del pecho mientras latía con ese característico sonido "da du da du", ahora descansa mucho más pequeño y profundo dentro del orificio protector. Si se observa el corazón, hay un movimiento muy leve y alarmante. El monitor de ritmo cardíaco muestra un cero enorme y una línea plana que, en otras circunstancias, indicaría la muerte. Permanece de ese modo 20 minutos mientras el cirujano corta de manera eficaz y precisa el excedente de músculo anormalmente engrosado Mientras trabaja, el Dr. Dearani dice números en voz alta, mediciones precisas que son esenciales para que la operación sea un éxito. Un desvío mínimo en el corte y el paciente podría sufrir complicaciones. En un momento, resulta claro que el Dr. Dearani no está conforme con los números que recibe y entona una cifra de alerta. El eco entre los miembros del equipo se torna más intenso, reforzando el movimiento en compás del equipo. Para una persona común, estos números no tienen sentido. Pero para este equipo representan una forma de comunicación exacta; cuando el Dr. Dearani propone transferir la sangre de vuelta al corazón, el número "1" parpadea en el monitor, y el equipo se lo informa al Dr. Dearani, luego "5," luego "50," y así sucesivamente, hasta aproximadamente "100". Se desconecta al paciente de la máquina de circulación extracorpórea de manera segura. El "da du, da du" vuelve a llenar la sala. Un cardiólogo y el Dr. Dearani evalúan las características de la resección muscular en el ecocardiograma, miden la diferencia de presión (gradiente) entre la cámara interior del corazón y la aorta; dejan el corazón en una pantalla que parece un equipo de sonar. La gradiente preoperatoria era de 124 milímetros de mercurio (mmHg); la gradiente posterior a la reparación es ahora de 5 mmHg: un resultado ideal según el cardiólogo. Se realiza un informe rápido y comienza el procedimiento para cerrar el pecho.Más vidas marcadas
A lo largo del día, el Dr. Dearani realiza tres operaciones más, cada una tan intensa como la primera, cada una sin complicaciones, gracias a estos equipos coordinados. Al ritmo del rock clásico en clave de jazz de Steely Dan, trabaja con un equipo para liberar el esófago y la tráquea de una paciente de una aorta con malformación congénita que crea un anillo que, literalmente, la estrangula. Al ritmo de "Cuerpo y alma" de Stan Getz, trabaja para reparar la válvula cardíaca de un niño, usando suturas más finas que las costuras impecables de un vestido de novia de encaje veneciano. La cuarta operación es un intento de desconectar a un bebé de la oxigenación por membrana extracorpórea, una máquina de corazón y pulmón artificial que brinda asistencia a una función cardíaca y respiratoria deficiente. Desafortunadamente, el bebé tiene una miocardiopatía y un corazón demasiado débil, lo que hace que deba permanecer conectado al dispositivo mientras espera un trasplante de corazón. Un equipo del trasplante cardíaco trabajará con la familia mientras el bebé espera que aparezca un donante apto. Para el Dr. Dearani y sus equipos, fue un día típico: vidas marcadas, vidas salvadas. Para los pacientes, el día fue de todo menos típico. Cada uno experimentó lo difícil que es vivir con una enfermedad cardíaca, pero estos equipos y los enormes avances en la tecnología médica los ayudan a superar sus enfermedades para recuperar sus vidas. Tu donación asegura una experiencia del paciente impecable y un equipo de expertos enfocados en ti. Gracias. ShareTweetVe todas las historias
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